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18.5.16

¿Es raro querer besar sus nudillos?

Una luz pálida iluminaba parcialmente su rostro.
Su perfil perfectamente definido, la forma de la nariz, la forma de sus labios, el inferior carnoso, perfectos.
La forma redondeada de su barbilla, y la nuez de Adán en su garganta.
Los mechones de cabello liso y dorado soltando destellos de luz ambarina alrededor de su rostro.
La mirada fiera y decidida, con los ojos claros y profundos, brillantes y oscuros, ahora cerrados.

Los ojos se me iban, intentando escapar de aquellas lagunas de agua cristalina que porfín descansaban bajo sus párpados, a su mejilla izquierda, donde se trazaban lineas oscuras formando una runa.

Un suspiro.

Me fijé entonces en las manos, en los nudillos, en la forma en que los dedos se curvaban sobre sí mismos. En el valle que se extendía entre cada hueso, en la piel estirada sobre ellos.

Y era sexy, ¿era raro querer besar sus nudillos?

Y lo haría gloriosamente, notando cada articulación bajo mis labios.

Simplemente estaba durmiendo a mi lado, de casualidad, agotado como puede estarlo alguien que ha estado todo el día luchando. Con sudor, sangre y polvo.

Pero yo no veía nada más que a él. Con la respiración encogida, temiendo acabar con aquel momento íntimo en el que él no sabía que estaba mirándole, fijándome en cosas que antes era incapaz de ver.

El corazón dándome golpes contra las paredes de su prisión, intento sincronizar mi respiración con el subir y bajar de su pecho. Es algo hipnotizante.

Observo las pestañas, gruesas, de color negro y largas. ¿Cómo puede ser que tenga unas pestañas tan bonitas?

Debería estar prohibido ser tan perfecto. Porque lo era, y nadie podría atreverse a decir lo contrario.

Aquel momento se quedó grabado en mi mente. Con el graznido de un búho entre la oscuridad que nos rodeaba.

Y sin embargo, ahí estaba él, con luz propia, sin nada que envidiarle a las estrellas.

Y ahí estaba yo, pensando en cómo sería tocar esas pestañas con las yemas de mis dedos.


 - Wynleria's Tale. Fragmento. Por Aurumis.

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